Causas y consecuencias del cambio climático
En los últimos años hay un término que se ha hecho viral en todo el mundo: Cambio Climático.
Este concepto no para de dar vueltas en la cabeza de Miraestels.
Tan expuesto siempre a los caprichos meteorológicos, y siempre observando atentamente al cielo y el mar, no le pasa desapercibido que algo raro está sucediendo con el clima.
Sin embargo, el término no está exento de polémica, pues hay opiniones totalmente diversas y controvertidas. Alrededor del mundo ha despertado una nueva sensibilidad que, poco a poco, está escuchando los lamentos de nuestro planeta y quieren dejar de hacerle sufrir, pero este despertar no es unánime y divide a la población en dos:
Por una parte, están los que advierten de que las consecuencias del efecto invernadero van a ser notorias en los años venideros. Alertan de que, las emisiones de gases contaminantes van a provocar una subida progresiva de las temperaturas a nivel mundial, con lo que los supuestos efectos del cambio climático pueden ser devastadores.
Hablan de la fusión de los polos y glaciares, que podrían aumentar de modo alarmante el nivel del mar. De esta forma, es posible que grandes llanuras costeras quedarán anegadas por las aguas, con riesgo de que ciudades enteras pudieran llegar a desaparecer.
Así mismo se alerta de posibles trastornos en el clima, de modo que en zonas húmedas puedan darse grandes sequías o que, al contrario, en zonas desérticas comienza a haber inundaciones. Algo que provocaría grandes desajustes, tanto en la población global y en la naturaleza.
Estas causas del cambio climático serían, fundamentalmente, las emisiones de gases que producirían el llamado efecto invernadero. Gases provocados tanto por la combustión de los vehículos como por centrales que producen energía con la quema de combustibles fósiles, o cualquier tipo de industria que emita grandes cantidades de polución.
Al mismo tiempo, también hay quienes consideran que ese alarmismo no está justificado y que los gases no tienen tanto poder a la hora de modificar el clima. Parten de la base de que, por definición, el clima es algo que está siempre en constante cambio y evolución. Hay ciclos fríos, ciclos cálidos, así como zonas hoy desérticas que siglos atrás fueron boscosas, o viceversa.
Opinan que hay infinidad de factores que pueden alterar el clima, pues incluso las mismas corrientes están en constante cambio. O que igualmente, un aumento o descenso en las llamaradas solares, puede provocar glaciaciones o sequías, independientemente de los niveles de CO2 que existan sobre la superficie terrestre.
No obstante, hay un factor en todo esto, en el que todos deben estar de acuerdo. Tanto los defensores de que exista un cambio climático, como sus detractores. Y es el hecho de que, con o sin calentamiento global, el mundo está llegando a unos niveles de contaminación insoportables, que sí afectan a nuestra salud y a la de nuestro entorno.
La polución de los vehículos de petróleo provoca una bolsa de gases tóxicos en los ambientes urbanos. Los vertidos incontrolados nos están haciendo convertir los ríos en cloacas al aire libre. La nefasta gestión de las basuras ha convertido el mar en un gigantesco vertedero, con millones de toneladas de plásticos que flotan a la deriva.
Estamos cometiendo un tremendo destrozo con el planeta, no por efectos climáticos, sino por acción directa. Debemos tomar conciencia de que puede existir desarrollo y evolución pero debe de pasar por una correcta gestión de nuestros desperdicios, sean estos sólidos, líquidos o gaseosos.
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