Posturas de yoga en pareja, refuerza el equilibrio físico y mental

1 Abr 2020 | Reflexión

Miraestels, en su vida contemplativa, no deja de observar el estrés de los Barceloneses y su ajetreo diario, anhelando un lugar en el que las personas puedan tener un mayor equilibrio. El Yoga en pareja es quizá una de las actividades que más pueden aportar a aproximarnos al estado de relajación de nuestro Miraestels.

Cada vez más parejas se apuntan a probar el yoga para dos. Por lo general, es uno de los miembros de la pareja quien, tras experimentar los beneficios del yoga, convence a la otra persona para que pruebe y lo hagan juntos. Hay muchas posturas de yoga en pareja fáciles, perfectas para principiantes. 

El yoga en España 

El origen de la práctica del yoga no está claro. Mientras unos defienden que se remonta al año 5000 a.C, otros datan su aparición en el año 1600 a.C., aunque lo cierto es que en España fue un gran desconocido hasta la década de los 70, cuando aparecieron los primeros centros especializados y algunos yoguis decidieron difundir esta técnica en nuestras fronteras.

Hasta entonces, aunque el yoga ya estaba presente en varios países de Europa, en España quien deseaba experimentar yoga para principiantes porque había escuchado a alguien hablar de sus beneficios, debía irse de viaje por obligación. El auge de la cultura hippy propició algunos de estos viajes a la India entre europeos que, a su regreso, decidieron continuar con la práctica y, de paso, darla a conocer.

Unos años más tarde, cuando la práctica de yoga en España ya era reconocida y se podían encontrar alumnos de todas las edades, fue cuando algunos consagrados yoguis comenzaron a ofrecer retiros espirituales, coincidiendo con visitas al país. 

Los beneficios del yoga 

El yoga es una combinación de ejercicio físico de intensidad modulable, entrenamiento mental y purificación de las emociones. Algunas variantes como el Hatha Yoga se pueden adaptar a personas de condiciones físicas muy diversas, incluso gente de edad avanzada, sin que por ello se pierdan los beneficios sobre la mente y el estado emocional.

Con el entrenamiento de la concentración, el control de las respiraciones (en frecuencia y en modo, con la respiración abdominal) y la repetición de mantras que poseen un significado a enseñar a los alumnos, muchas personas consiguen rebajar sus niveles de estrés o ansiedad leve, gracias al yoga. Por si fuera poco, la práctica continuada dota al cuerpo de flexibilidad y tonicidad muscular.

Los compañeros de una clase de yoga suelen llegar a conocerse, charlar, e incluso surgen amistades. Cuando se trabajan tanto mente como emociones, es normal que se refuercen los lazos afectivos o sociales. Además, algunas posturas de yoga requieren de la colaboración de un compañero, en quien se confiará.

De esta manera, hubo quien se animó a acudir a clases de yoga con su pareja, y como los resultados en la comunicación y el vínculo emocional saludable suelen ser notables, pronto se ofreció la posibilidad de realizar yoga de dos en dos, desde el nivel del principiante. 

Posturas de yoga en pareja fáciles para principiantes

A continuación explicaremos algunas de las posturas más fáciles del yoga en pareja. Recuerde que deben ser supervisadas por alguien con conocimiento, para evitar lesiones por adoptar malas posturas. Esta pequeña lista es solo para que veas si te apetece probar con tu pareja y en una clase real. 

  • Respiración en pareja. Sentados espalda contra espalda, con las rodillas flexionadas en la posición de flor de loto y los brazos extendidos, colocados sobre las piernas del compañero, se pasa a agarrar un pie del compañero, manteniendo la postura durante un minuto antes de soltar para descansar.
  • Giro sencillo de yoga en pareja. Partiendo de la posición anterior, habiendo soltado el pie del compañero, ambos giráis el torso en el mismo sentido y os mantenéis un tanto entrelazados durante un minuto, antes de descansar.
  • Flexión complementaria. Sentados ambos con las piernas separadas y las plantas de los pies juntas a las del compañero, de manera alternativa, uno de los dos se reclina un poco hacia atrás a la vez que el compañero hace lo mismo hacia adelante. Se mantiene la postura un rato y se intercambian los papeles. En esta postura se intenta que mientras uno se encuentra expulsando el aire, el otro esté inhalando y viceversa.
  • Flexión doble hacia delante. Si ambos tenéis nociones de yoga o buena flexibilidad, podéis probar esta postura. Sentados frente a frente con las piernas juntas y estiradas, las plantas de los pies tocando las plantas del compañero, realizáis una serie de respiraciones profundas con la espalda recta. A continuación, inclináis vuestros troncos hacia adelante lo más posible y extendéis los brazos de forma que vayan al encuentro del otro, agarrándoos mutuamente por los antebrazos, cuanto más cerca de los codos mejor, y mantenéis la postura. 

No es necesario que ambos participantes dispongan de una excelente forma física o flexibilidad, pues el yoga en pareja también busca desarrollar la comprensión y la paciencia. En cualquier caso, es el practicante con menor experiencia o forma física el que irá marcando el ritmo y cuándo ambos están listos para probar una postura nueva.

 

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