late 14c., “to fix the mind upon for careful examination, meditate upon,” also “view attentively, scrutinize; not to be negligent of,” from Old French considerer (13c.) “reflect on, consider, study,” from Latin considerare “to look at closely, observe,” probably literally “to observe the stars,” from assimilated form of com “with, together” (see con-) + sidus (genitive sideris) “heavenly body, star, constellation” (see sidereal). Perhaps a metaphor from navigation, but more likely reflecting Roman obsession with divination by astrology. From 1530s as “to regard in a particular light.” Related: Considered; considering. “Online Etimology Dictionary”
Todos en algún momento de nuestra vida, hacemos un alto en la noche y miramos las estrellas. Y “consideramos” nuestra condición humana, buscamos respuesta a la gran pregunta: ¿Cuál es nuestro lugar y nuestro papel en el cosmos? Todos asumimos un día u otro la condición de “miraestels”.
La palabra “considerar” etimológicamente remite a “mirar las estrellas.
El Miraestels de Robert Llimós “considera” –observa, medita, contempla– así como El Pensador de Rodin, plegado sobre sí mismo, “reflexiona”.
Desde esta perspectiva tan inspiradora, el Miraestels no sería tanto
la representación de un individuo concreto como la expresión de un gesto contemplativo que nos iguala a todos, el dibujo de un arquetipo universal.
Es por eso que el Miraestels no es una figura única que ocupa un espacio concreto y sólo puede ser contemplada en un lugar.
En el Port de Barcelona, su primer emplazamiento, se desdobla en dos.
En uno de los lemas que acompaña al programa de diseño que se desarrolla a su través, se multiplica. “From Barcelona to the world”. Creado en Barcelona, se destina al mundo.
Por ello, la vocación del Miraestels sería la de estar también en otros puertos u otros lugares donde la naturaleza, la institución o la iniciativa y la vida privadas nos inviten a la consideración de las grandes preguntas.
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