Los Miraestels, las esculturas flotantes de Robert Llimós en el Puerto de Barcelona, parecen caer de espaldas ante la exhibición de los numerosos megayates que se están reparando en el astillero.
Los Miraestels de Robert Llimós son uno de los atractivos de la Rambla de Mar. Estas esculturas flotantes son una representación de la figura humana, de 3,5 metros de alto, y forman parte de una serie de variaciones, en tamaños y materiales, sobre este ser que parece interrogar al cielo.
Con su presencia, vigilantes, los Miraestels nos encomiendan a cuidar y respetar el mar, especialmente, nuestro Mediterráneo
Robert Llimós, pintor y escultor barcelonés, homenajea con estas esculturas flotantes al artista Joan Brosa. Su origen son una colección de poesías de Brossa que bautizó como Saltamartí.
Al principio, Llimós creó tres diferentes figuras a manera de aproximación al propio Brossa. La primera caminaba, la segunda llevaba sus zapatos, la tercera miraba al cielo. Remodeló esta última y la hizo crecer de escala, además de hacerla flotante.
De esta forma, el saltamartí salta al agua transformado y rebautizado en Miraestels, que está hecho de la fibra de vidrio y resina de poliéster de las embarcaciones náuticas.
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